La “no directividad” en el coaching

LA “NO DIRECTIVIDAD” EN EL COACHING

Advierto un reciente y creciente movimiento en la comunidad mundial del coaching hacia la aceptación de que la “no directividad” es, o debe ser, un rasgo esencial de esta disciplina, es decir, algo que define su identidad.  La no directividad en el coaching es un asunto en desarrollo, y nos hace mirar hacia el futuro de esta profesión.

Qué es la “no directividad”

El concepto de no directividad proviene de los ámbitos de la Psicología y de la Educación.  En Psicología, se destaca el planteo de Carl Rogers al respecto.

Rogers explicó su punto de vista en una conferencia que dio en la Universidad de Harvard, la cual duró solo unos diez minutos.  Sostuvo que “explicar algo a otro es negativo porque, si se aceptan las explicaciones, los alumnos pierden confianza en sus propias experiencias y en sus posibilidades de creación”.  O bien, “ el intento fracasaría si los alumnos no llegaran a asimilar lo que se intenta transmitirles”. (1)

De esta explicación se desprende que, según Rogers, el único aprendizaje que puede influir significativamente sobre la conducta del paciente de psicoterapia, o del estudiante en el caso de la educación, es el que el individuo descubre y acepta por sí mismo.  La clave del proceso terapéutico, así como del proceso de aprendizaje, es que la persona se responsabilice (se haga cargo) de su aprendizaje, porque quien aprende es el estudiante o el paciente.  Para esto, es necesario que el terapeuta y el profesor –y en nuestro caso el coach— creen las condiciones adecuadas que faciliten la actitud de autoaprendizaje.

La teoría de la no directividad, entonces, propone potenciar la libertad de elección y las opciones de los educandos, pacientes y consultantes, evitando una excesiva participación guiadora del profesional, ya sea éste un terapeuta, educador, o coach. 

La “no directividad” en el coaching

Hasta donde he podido comprobar, el principal responsable de la promoción del principio de “no directividad” en el coaching, actualmente, es Leonardo Ravier.  Este autor publicó en 2016 el libro Coaching no directivo, metodología y práctica: Cómo potenciar el conocimiento tácito de las personas (2).  Ravier es uno de los más destacados exponentes de la corriente del coaching Humanista europeo.  En febrero de 2021 defendió con éxito la tesis doctoral “Teoría General del Coaching”, en la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid, en la cual explica en detalle el método no directivo aplicado al trabajo profesional de los coaches.

Coincidentemente el 21 de septiembre de 2021, el coach español Gorka Bartolomé, Master Certified Coach de la ICF y especializado en coaching de equipos (3), ha defendido su tesis doctoral en la Universitat de Lleida, obteniendo máxima distinción.  En ella da cuenta de sus estudios científicos en el cerebro humano, los cuales demuestran que las competencias del “coaching no directivo” (CND) tienen una asombrosa influencia en la activación de los mecanismos de creatividad de nuestra mente y cerebro, a diferencia de los modos tradicionales de enseñanza-aprendizaje que consisten en la transferencia de datos de una persona a otra.  Esta investigación es un importantísimo paso para sustentar de manera empírica los beneficios del coaching en su estilo no directivo.  De este modo, se puede concluir que el CND no solo apunta a ayudar a resolver los problemas que trae un coachee a la sesión de coaching, sino que también contribuye al desarrollo de la inteligencia creativa y, por ende, al desarrollo de la autonomía y libertad de las personas.

En el ámbito del coaching Ontológico, es destacable la reciente publicación (del 07 de septiembre, 2021) en las redes sociales de la Federación Internacional de Coaching Ontológico Profesional (FICOP) que dice: “El coaching NO es directivo”, y agrega: “La práctica del coaching Ontológico no es impositiva. El coach no está allí para dar consejos, ni para emitir sus inclinaciones personales, tampoco para decirle al consultante lo que él haría en su lugar o para imponer sus puntos de vista.  El coach hará preguntas reflexivas a su cliente y será éste quien determinará la pertinencia de dichas preguntas y ofrecerá sus respuestas.  El coaching es una conversación, donde el objetivo lo pone el consultante o cliente.  Es un espacio de diálogo donde la libertad genera responsabilidad, y elegir implica opciones y posibilidades. En su rol, el coach ontológico pregunta al cliente para que éste pueda reevaluar sus aspiraciones, reformular los problemas que se plantea, reflexionar sobre las consecuencias que sus actos podrían ocasionarle; todo ello en un espacio de absoluto respeto, donde el consultante es quien conduce su propio proceso”. (4)

Soy miembro de FICOP, y acuerdo plenamente con esta declaración, la cual resume los principios de la práctica del coaching tal como la he planteado en mi libro PANORAMA GENERAL DEL COACHING (Valencia, España: Fortaleza Ediciones, 2021). 

La declaración de la FICOP que acabo de compartir más arriba, se basa en lo que Rafael Echeverría subraya en su respuesta a un planteo del Colegio de Psicólogos y Psicólogas de la Provincia de Córdoba, Argentina, en 2020, en la que dice: “La práctica del coaching ontológico es, por definición, no impositiva. El coach no está allí, para dar consejos, para emitir sus inclinaciones personales, para decirle al coachee lo que él o ella harían en su lugar, o para imponer sus puntos de vista. . . .  Dar consejos no es hacer coaching. Su propósito, por el contrario, es poder servir de espejo para que el coachee logre mirarse con otros ojos y le sea posible descubrir los obstáculos de su propia mirada”. (5)

Quizás lo que falta en el ámbito del coaching Ontológico es que, más allá de las declaraciones, los coaches puedan aplicar consciente y consistentemente un método no directivo, como hacen en general los coaches Humanistas de la escuela europea. 

Sin embargo, me parece interesante notar que se advierte un movimiento progresivo de la comunidad de coaches hacia el principio de “no directividad” como característica esencial y distintiva del coaching.  Ese movimiento me parece prometedor para el futuro de la profesión del coaching como disciplina independiente de otros modos de ayuda para el desarrollo de personas individuales y organizaciones.

  1.  Véase “Teoría de la no directividad: Carl Rogers”, en http://amorlocoamorprohibido.blogspot.com/2010/12/teoria-de-la-no-directividad-carl.html
  2.  Publicado en Madrid por Unión Editorial.
  3.  Gorka Bartolomé es autor del libro Efecto sinergia: Coaching en equipos y sistemas.  Su tesis doctoral será publicada próximamente.  Particularmente he tenido la oportunidad de escuchar y ver una presentación previa de Gorka, en la cual mostró varias placas de tomografía computada que permiten ver la estimulación del cerebro del coachee cuando está conversando en una sesión de coaching no directivo.
  4. Lo destacado en negrita está en la publicación original.
  5. R. Echeverría, “COACHING ONTOLÓGICO Y PSICOLOGÍA: A raíz de la posición adoptada por el Colegio de Psicólogas y Psicólogos de Córdoba sobre el coaching ontológico”, 19 de marzo de 2020.  https://www.newfieldconsulting.com/coaching-ontologico-y-psicologia-2/

Enrique Espinosa Cifuentes - Master Coach

Enrique Espionsa

CEO Sinergia Art Coaching

Master Coach Ontológico Profesional
Master en Coaching Humanista Europeo