¿Por qué se llama coaching Ontológico?

¿Por qué se llama coaching Ontológico?

Cuando mi hijita –que está por cumplir seis años— no entiende una palabra, me pregunta en seguida.
Ella sabe que soy coach ontológico. (Además, soy coach humanista certificado).
Me preguntó:
– Papá, ¿qué significa “ontológico”?
– Es una palabra que significa “ser”, que se refiere a lo que las cosas “son”, o “están siendo”.
– ¿Las cosas?
– Bueno hija, las cosas y también las personas.
– ¿Y los animales?
– También. Los animales también están siendo.
-Papá, ¿por qué dices que “están siendo”?
– Porque todo se transforma, hija.
– ¿Todo?
– Sí, tú te vas transformando de niña en pre-adolescente, luego en adolescente, luego en joven, luego en adulta, . . . y así. Dios se transformó en humano y por eso nació el Niño Jesús. (Estamos en época de Navidad, y el tema viene al caso).
– ¿Y para qué Dios se hizo humano?
– Hija, eso te lo voy a contar otro día. Ahora también te digo que los gusanos se transforman en mariposas.
– ¡Sí, ya lo sé! Son las orugas las que se transforman, papá.
(Me río). Sí hija. No son gusanos, son orugas, se parecen a los gusanos. -¡Pensé que no sabías!
– ¡Ay, papá!
– Bueno, las orugas algún día van a volar, cuando se transformen en mariposas. Cuando son orugas solo pueden arrastrarse, no pueden volar. Y los humanos también nos transformamos, y llegamos a ser poderosos, o sea, que después de transformarnos podemos hacer cosas que antes no podíamos.
– Claro, porque aprendemos.
– Sí hija, pero no es solo que aprendemos a hacer algo, porque además nos transformamos nosotros en nuestra forma de ser. Eso significa “ontológico”. Significa que para hacer mejor las cosas que hacemos, necesitamos ser mejores como personas.
– ¿Y cómo es “ser mejores”?
– A ver, dame un ejemplo de algo que aprendiste a hacer.
– Aprendí a decorar tortas y a hacerlas con mi mamá.
– Bueno. Y para hacer bien las tortas, ¿cómo necesitas ser tú?
– ¿Cómo necesito ser?
– Sí.
– Necesito ser ordenada, . . . cuidadosa, . . .
– ¡Bien! ¿Qué más?
– Tener paciencia.
– ¡Claro! ¡Eso no es simplemente saber hacer sino ser! Ser ordenada, ser cuidadosa y ser paciente.
– ¡Ah! ¿Eso es “ontológico”?
– Claro que sí. “Ontológico” tiene que ver con tu forma de ser. Y dime: antes de decorar la primera torta ¿creías que podías hacerlo?
– ¡Sí! . . . Claro que sí, obvio.
– Bueno, hay gente adulta que no cree en sí misma, no creen poder. Son como mariposas con alas para volar pero siguen arrastrándose como orugas. No vieron sus alas. O no tuvieron confianza en que podían volar, que sus alas podrían sostenerlas en el aire.
– ¡Pero si son adultos! ¿Cómo no creen?
-Es difícil entenderlo. Y por eso es difícil explicarlo. Pero así es. Tiene que ver con lo que les pasó antes en la vida.
(Se queda pensando, y me dice):
– Serán como el Grinch, que odia la Navidad porque estuvo solito, sin que nadie lo amara, y no tuvo Navidades. . . . . ¿Y tú que eres coach ontológico les ayudas a volar?
– En cierto sentido sí, y en otro sentido no, porque tendrán que volar con sus propias alas y tendrán que hacer el intento. Cada uno tiene que volar por sí mismo. Pero yo puedo ayudarles a que vean sus alas, y puedo desafiarlos a moverlas para volar. Y puedo ofrecerles acompañarlos en el vuelo.
– ¿Hasta dónde?
– Hasta que lleguen donde ellos quieren llegar.
(El abrazo que me dio al final de esta conversación, me hizo entender que quedó satisfecha con mis explicaciones).

 

Enrique Espinosa Cifuentes - Master Coach

Enrique Espionsa

CEO Sinergia Art Coaching

Master Coach Ontológico Profesional
Master en Coaching Humanista Europeo